Me llamo Edgar, por Edgar Rice Burroughs.
Les cuento...
Mi padre leía Tarzán en los monitos de los domingos. Y le gustaba el nombre que aparecía abajo del cabeceado de Tarzán. Mi madre se burla de mi padre y me dice que mi padre quería que yo me pareciera a Tarzán y me puso como él. Mi padre dice que le gustaba el nombre del autor y se emputa con mi madre por andar difundiendo tal infundio, que desde luego le quita seriedad a su precario pero viril hábito de lectura. Ninguno de los dos sabe inglés, y aunque a mi padre le pudieron haber dicho que Edgar Rice Burroughs era el autor de Tarzán lo cierto es que ninguno de los dos sabe qué significa la partícula by. Como sea, al final estoy muy, pero muy lejos de ser como Tarzán... ¡qué mas quisiera yo!
Me quedo con la versión de mi madre, es más pintoresca.
My name is Edgar.
By
Edgar Rice Burroughs.
By
Edgar Rice Burroughs.
Bueno ya postié, ya me voy otro rato.
Chau.
El cerebro lingüístico de los chimpancés
La nota aquí, en www.elcastellano.org
Por Rosa Tristán, El Mundo. Los chimpancés y los seres humanos utilizan la misma región cerebral para comunicarse, ya sea de forma verbal o gestual, lo que significa que la base neurobiológica del lenguaje ya pudo estar presente en el antepasado común de ambas especies, hace unos siete millones de años.
Bagera, kreega mangani, Tarzan bundolo!
Ajúa!
Chau.
Addendum.
La nota aquí, en www.elcastellano.org
Por Rosa Tristán, El Mundo. Los chimpancés y los seres humanos utilizan la misma región cerebral para comunicarse, ya sea de forma verbal o gestual, lo que significa que la base neurobiológica del lenguaje ya pudo estar presente en el antepasado común de ambas especies, hace unos siete millones de años.
Bagera, kreega mangani, Tarzan bundolo!
Ajúa!