31.7.06

Crónica de castas V

Volviendo al tema...

La ideología de castas buscaba ante todo: integrar una sociedad... pero manteniendo las diferencias. Los españoles gobernando> a los criollos propietarios> de los indios que son mano de obra... por poner un ejemplo rápido. Había leyes especiales para cada casta. Los mulatos tenían sus propios derechos y restricciones, los negros también. Los criollos no podían acceder a los puestos de gobierno ni adquirir latifundios sin permiso de la Corona, que privilegiaba a los españoles peninsulares (entre otras cuantas razones, por eso fue la guerra de Independencia), los indios, si bien al inicio fueron muy apapachados por Felipe II, al final acabaron semiesclavizados o de plano esclavizados, solo se les permitió mantener el negocio del pulque. A los criollos se les dejó la minería y la ganadería, entre las actividades mas lucrativas. Una de las castas más puteadas, como dije antes, fue la de los mestizos, de hecho, creo que ese complejo de inferioridad del mexicano surge en el espíritu minimizado del mestizo de los siglos XVI y XVII, pero para allá voy, vamos por partes.


¡El pulque!
Es un buen ejemplo de cómo funcionaba esta sociedad de castas.

Antes de la llegada de los españoles, el pulque era una bebida ritual y estaba prohibida para el grueso de la población, solo podían embriagarse, los viejos, los deformes y los desahuciados, su producción estaba muy restringida. Es cuando los españoles permiten que lo beba todo cristo cuando el pulque se transforma en un gran negocio... pero al principio, solo para indios. El negocio se mantuvo entre las castas autóctonas incluso hasta el porfiriato, después de que en teoría se ha abolido la sociedad de castas, tanto que a la burguiesía local del inicio del siglo XX se le apodaba "La Arsitocracia Pulquera".

En la colonia, la bebida común para ponerse hasta la madre fue el pulque, y lo siguió siendo hasta que la industrialización de la cerveza pasó a mojar el cogote del personal. Los únicos con licencia para tener pulquerías y tlachiqueros eran los indios. Entre los mestizos hubo quienes al confirmarse en la Iglesia, trataban de ser registrados no como mestizos, sino como indios, para poder acceder a la propiedad de pulquerías, e incluso criollos buscaban bajar de casta para poder echar mano de tan jugoso negocio.Para los españoles y criollos estaba prohibido, pero eso no era obstáculo para que tuvieran varias pulquerías gracias a la ayuda de varios indios prestanombres, que por una módica suma, funcionaban como "propietarios" y administradores de las pulquerías.

¿No suena a la manera como se organizan los dueños de flotillas de taxis y peseros en el DF actual?, ¿o a la manera cómo se organiza la "casta" de los ambulantes que tienen una "ley especial" no escrita que les permite invadir el espacio público para desempeñar "iniciativa privada"?

Entre tanta irregularidad, pues eran blanco obligado para los inspectores del Ayuntamiento, quienes arbitrariamente amenazaban con cerrar los establecimientos aunque los papeles estuvieran en regla. Desde luego, a estos inspectores solo los frenaba una buena mordida, y pulque gratis. Después de todo, ante las autoridades, en un litigio entre un inspector y un pulquero, generalmente ganaba el inspector, era su palabra de criollo, contra la palabra de un indio. Si bien había leyes, estas no valían de gran cosa.

¿Suena familiar?
Esto pasaba en el México del siglo XVII, que se llamaba Nueva España.

¡Salucita!
¡Esta foto me gusta mucho!
La actitud del teporcho de la derecha no tiene madre.

Es del Archivo Casasola, hubo un rato en que salieron unas playeras con esta foto, y la leyenda:
Hasta entre los perros hay razas... ¡pura ideología de castas!

26.7.06

Pa'que no digan que todo es rollo...

Otras dos paginillas de Malinche.
En todo el relato se van a ir intercalando páginas reflexivas sobre la circunstancia mexicana, como éstas...
nomás que si al final siento que estropean el flujo narrativo, pos las quitaré.

A Pepe Quintero le decía,
me gustría acabar esta novela en París, y fecharla al final:
París, 2006.

Pepe nomás se rió y me dijo: Es en esas pinches cositas en donde se te sale lo mamón.
Ta'bien pues, mejor me callo. Primero la acabo...

porque igual y ni la acabo...

:P

Échenle un ojo a mi Deviant...

24.7.06

Crónica de castas IV

Y así, en la Nueva España, cada casta tenía privilegios predeterminados.
Desde el incio, antes de que se estableciera el sistema de encomiendas, ya se prefiguraba este pensamiento donde los privilegios se reservaban según la casta. El uso de esclavos, por ejemplo, era exclusivo de una casta. Cortés escribe:

Para que los españoles se sustenten y puedan sacar oro para sus necesidades, y las rentas de vuestra majestad no se disminuyan... hay tal orden... que se hiciese a los pobladores de estas partes... rescatar esclavos de los que los naturales [ya] tienen por tales, y [si añadimos] otros que sean [prisioneros] de guerra, hay tanta... gente para sacar oro que, si herramientas hubiese... se sacaría más cantidad de oro en... esta tierra.

Es decir: Se pueden usar los esclavos que los mismos indios ya tenían como tales, claro, los otros, los que nos ayudaron en combate, son aliados, y son muchos, mas valía estar en paz con ellos y qué mejor que manteniendoles sus privilegios y solo esclavizando a los que ellos ya tenían por esclavos. Por el otro lado el mismo Cortés habla acerca del delito que cometían los indios al tener ellos para sí a esclavos:

Con la prisión de éste y de otro mancebo que pareció ser el señor natural y con el castigo de haber hecho esclavos aquellas ciento y tanto personas... se aseguró toda esta provincia, y cuando yo de allá partí quedaban todos los pueblos de ella poblados y muy seguros y repartidos en los españoles, y servían de muy buena voluntad al parecer.


Los españoles pueden tener esclavos, los indios no...
O mejor dicho, los indios pobres, no: la descendencia de Moctezuma y los señores de Tlaxcala contaban con servidumbre.

Chéquense este texto, está muy chido:
Esclavitud y esclavismo durante la Nueva España

Después de demostrar lo relativo de la caridad cristiana monacal, contiene una frase que resume y matiza la actividad de los humanitarios frailes:

Como podemos constatar, los defensores de los “derechos” de los indios, defendían por un lado a éstos, aunque al mismo tiempo eran parte del mismo sistema que oprimía a éstos. Así, se podría decir que estaban a favor de “los otros”, pero siempre y cuando no se atentara el estar con el “nos-otros”, es decir, el estar en contra de sus propios intereses como clase social.

Cambien la palabra indios por pobres...
¿No suena a descripción de los partidos poíticos actuales?

¡Pero no nos confundamos!

Si bien hubo españoles que velaron por el beneficio de los indios, eso no quiere decir que no hubiera abusos por parte de los españoles. La mayoría eran soldados, gente de tropa que tenía ambiciosos sueños de grandeza, quería tener tierras, querían ser ricos y nobles. No había una gran cultura de trabajo, herederos directos de la expuslión de los moros, en la mente tenían la idea de que la grandeza se obtiene a punta de someter a otros.

Oficialmente no existía el esclavismo, pero existían condiciones de esclavismo.

El sistema de encomiendas se llamaba así pues, cada trozo de tierra que pertenecía a algún conquistador como premio por sus servicios, se le decía que le era "encomendado" por el Rey para la gloria de España, y que los trabajadores indios que estaban a su servicio les eran "encomendados" para gloria de Dios. Así la misión del encomendero era hacer riqueza para pagar impuestos y mandar a los indios a misa.
Los esclavos, desde entonces, eran traídos de África, pero muy rápidamente los pragmáticos encomenderos vieron que entre los encomendados había una fuente de mano de obra mas barata, pues no había que pagar transporte ni intermediarios, y se dieron a la tarea de integrar al indio al trabajo.
Al indio se le vió como un menor de edad espiritual al que había que reeducar, y como a los niños, cuando desobedecían, había que darles sus nalgadas. Claro que ya llevados a escalas de adultos, una nalgada equivalía a los azotes y castigos corporales que ahora bien puden catalogarse como torturas. El mismo Fray Gerónimo de Mendieta, aún y con todo su amor para con los indios, justifica los azotes como una medida correctiva hacia de los indios y rechazaba el aperreamiento como castigo: "¡Está bien azotarlos, pero tirarles los mastines: ya es demasiado!".

¡Visite Taxco y disfrute la Semana Santa!

Los azotes eran cosa común en la oscurantista España, era incluso parte de la disciplina religiosa, no es raro suponer que azotar fuera bien visto:

Escribe Mendieta:
Y en otro tiempo fue costumbre muy usada (mayormente en lo de Mechuacan y Jalisco, y también en otros pueblos en esto de México), hacer disciplina delante de la iglesia por todo el año. Y muchas veces había cuasi toda la noche azotes en el patio, que estando en la oración después de maitines los religiosos, oían azotarse los indios allá fuera, y alababan a Dios en ver su aprovechamiento.


Los encomenderos pensaban también que el trabajo desinteresado era una medida pedagógica adecuada, y bajo la libre interpretación de lo que significa un "trabajo desinteresado" a los indios simplemente, se les esclavizaba, se les confinaba a barracas, se les daba de comer pan y bolas de masa de maíz, y cuando se morían se les hacía una misa.

Y así, oficialmente, no había esclavismo ni tortura en la Nueva España.
Como oficialmente la religión era la católica, luchando contra la herejía...

Sin embargo, en este terreno las cosas también tienen matices. Es cierto que los frailes más fanáticos, antes de que llegaran los humanistas, quemaron códices y derribaron ídolos, pero los indios no fueron tan vejados. Muchas veces veían con beneplácito que se derribaran los Huitzilopochtlis de los aztecas opresores, y acostumbrados a que el que llegaba a conquistar ponía sus ídolos y había que entrarle con el tributo, pues ver cruces y monjes no fue tan traumático como nos hacen creer, lo que si no les pareció es la prohibición de seguir adorando a sus ídolos, pero se la pasaron por el arco del triunfo y bajo los santos católicos pusieron a los dioses. Los mismos frailes se dieron cuenta de ello y hasta usaron el fenómeno para su causa.

¿Quién en México no sabe que bajo la advocación de Guadalupe se encuentra la diosa Tonantzin?
Solo los mas ignorantes, y sin embargo,
la suplantación se toma como la cosa mas común sobre la tierra.


En la vida cotidiana convivía la medicina tradicional indígena con la occidental. Muchos criollos recurrían a yerbas y curanderos cuando se suponía que era prohibido por la Inquisición. Se dieron casos de shamanes que entraban a los conventos a curar a la hijas de los acaudalados criollos, pues éstas confiaban más en los curanderos que en los médicos universitarios... ¿qué no es eso prohibido?... pues sí, pero si así lo quiere Martita, pues hay que hacerle la luchita.

Como vemos, nuestro hábito por los dobles discursos y las dobles morales, por llamarle seudoestudiante a un porro, por llamarle sexoservidoras a las putas, por llamarle acuerdo a una tranza, nuestra pasión por los eufemismos, no es cosa nueva, es uno de tantos vicios que se fue arraigando en la colonia. Es ahí, en el periodo colonial, donde se formó en realidad esta cosa amorfa y porosa que ahora es México.

22.7.06

Crónica de castas III

"para entender la sociedad de castas"... ¡Vaya que me oigo mamón!

Bueno... en estos términos, llegamos a la sociedad de la colonia en México, la Nueva España.

Con esta idea de la convivencia de las repúblicas indiana y española, y al grito de "Juntos pero no revueltos", es como se piensa este modelo donde los estratos raciales son también estratos de clase.
Así, los españoles peninsulares quedan hasta arriba de la escala social, luego los españoles americanos, los criollos. Ambos tenían derechos, obligaciones y prerrogativas distintos, marcados por la ley y firmados bajo consentimiento del Rey.

Luego de los criollos, seguían en derecho: los indios.
Sorprendente, luego de que nos han contado hasta el cansancio que los indios fueron los "vencidos". Pero los indios tenían derecho a tener negocios, e incluso tierras y servidumbre. La descendencia de Moctezuma era reconocida por su titulo nobiliario, e incluso, los descendientes de Moctezuma, protagonizaron vergonzantes andanzas en la misma España a donde iban a exigir al Rey pensiones y privilegios como parte de la realeza indiana. La corona española tiene un profundo respeto por la sociedad indígena y le concede derechos.
Los tlaxcaltecas, por ejemplo, son reconocidos como aliados en la conquista, Felipe II les nombra "el brazo armado" de la corona en América y se les permite tener sus formas de gobierno e incluso, sus apellidos pasan a formar parte de los linajes reconocidos por España. Se permite, incluso, que alguna capilla lleve el nombre de la advocación prehispánica, el caso de Santa María Tonantzintla.

Los negros y mulatos solo podían tener cofradías de oficios, cosa muy conveniente si tomamos en cuenta que la mayoría de ellos llegaba a tierras americanas como sirvientes. Algunos incluso heredaban las fortunas y hasta algunas prebendas propias de sus amos. Había casos de negros que, muerto el amo, heredaban parte o toda la fortuna, y paseaban en ostentosos carruajes, se movían en sociedad igual que cualquier peninsular. Sin problema alguno, aunque: claro, había maledicencias, pero no había ninguna ley que les excluyera de ejercer estos derechos de tránsito.

Cosa curiosa: se habla mucho del complejo de inferioridad y del resentimiento del mexicano, pero parece ser que su parte más gruexa no se incuba ni en la dignidad del indio, que si bien se siente aplastado por la nueva sociedad, no se siente derrotado, pues a los indios los derrotó la viruela, y tampoco se incuba en el espíritu sobrado y desubicado de los españoles y criollos, no. El resentimiento del mexicano parece que gesta su parte más dolida en el mestizo: al ser una mezcla bastarda y emergente, no cuenta con grandes derechos, no puede hacer industria, ni empresa, no puede poseer ganado ni servidumbre, en fin, está incapacitado legalmente para tener relevancia alguna en la sociedad de la Nueva España. Es en la casta mestiza donde se gesta e incuba el espíritu derrotado y resentido del mexicano.

¿Los cargos de gobierno?
Desde luego, solo pueden ser ocupados por españoles peninsulares; y si son obispos: mejor.

21.7.06

Crónica de castas II


Para empezar, y para entender la sociedad de castas, primero habría que hacer de lado un montón de mitos que se han tejido en torno a la conquista y la colonia. Las cosas no fueron tanto como nos la enseñaron en la escuela, ni los españoles fueron los malos malos ni los indios los buenos buenos. Había motivos en la mente de los españoles para frenar la barbarie contra los indios, y había motivos en la mente india como para ver la llegada de los españoles como una beneficio, o al menos un mal necesario.

Los españoles expulsaron a los moros de la península en 1492, el mismo año que descubren el nuevo continente. En su mente medieval y religiosa perciben este hallazgo como un premio que Dios les ha dado por su servicio a la fe. A diferencia de los moros infieles, a quienes había que expulsar, la gente que habitaba las indias no eran sino una encomienda de Dios para reconvertirlos a la verdadera fe.

Es cierto que, acostumbrados a ver cómo allegarse de riqueza a través del saqueo y la masacre en el nombre de Dios, de la manera como se hizo durante la expulsión de los moros, los españoles hicieron destrozos y barbaridades, protagonizadas por salvajotes como Pedrito de Alvarado o El Loco Aguirre a los que les gustaba cortar gañotes con particular alegría. Y en el extremo opuesto hubo españoles con ideas menos bárbaras, ya mas hijos del renacimiento, que veían todo el suceso de la conquista como una oportunidad que Dios había dado para construir anheladas utopías. Vasco de Quiroga, Fray Bartolomé de las Casas, Fray Gerónimo de Mendieta... gente como ellos no buscaban el exterminio indígena, su ideal se basaba en que convivieran dos republicas, la república española y la indiana. Y se esmeraron lo más posible en que así fuera. Movieron todas sus influencias y trataron, hasta donde pudieron, que los españoles no se pasaran de lanza con los indios. El mismo Hernán Cortés buscaba entregar intacta la ciudad de Tenochtitlan a la Corona, fundó el primer hospital en tierra americana y protegió a los indios hasta donde pudo.

Vasco de Quiroga tuvo chance de gobernar en la región del lago de Pátzcuaro para evitar los abusos de los españoles y poder hacer escuelas de artes y oficios. Su intento era crear la Utopía de Tomás Moro. Fray Gerónimo de Mendieta escribía al Rey pidiendo que de alguna manera se eviten a los indios mezclarse con los españoles, pues los indios se corrompían en su compañía.

Y así... pero el poder es el poder, y los principales enemigos de tan buenas intenciones eran los que venían a hacer la América, al parecer, la Historia demuestra que las fuerzas gandallas son mas fuertes que las good vibes.

El Colegio de Indias de Santa Cruz Tlatelolco formó indios capacitados y artistas que podían competir con los europeos, e incluso fue dirigido por los mismos indios, quienes llegaban a corregir en latin a los curas españoles que les sermoneaban. El Colegio, fue cerrado debido a la presión de los criollos, que temían que aquello se convirtiera en un semillero de líderes políticos. Los criollos vivían cagados de miedo, temiendo una rebelión indígena, pues en los primeros años de la colonia los indios eran la abrumadora mayoría numérica; con el tiempo eso cambió, en la medida en que la población india fue diezmada mayoritariamente por las epidemias.

En fin, que así, entre jalones y estirones se impuso durante la colonia un modelo social y económico que tenía una mezcla de esta convivencia de dos repúblicas, y de un sistema feudal de cacicazgos y explotación salvaje a través de un esclavismo velado. Y esto con la venia de todo mundo... y sigue hasta la fecha.

Crónica de castas I

¿Han visto esas pinturitas donde se ven las mezclas de razas durante la colonia novohispana?
Muy peculiares, y tal parece que no hay algo parecido en otra parte del mundo. Podemos decir, que la pintura de castas es algo neta y puramente mexicano. Las pinturas reflejan ante todo, la necesidad de diferenciar a la gente por su contenido de sangre "cristiana" en las venas. Desde luego los españoles de la península ibérica los mas "cristianos" de todos. Seguidos de los españoles de las Indias, los criollos, y luego su infinidad de mezclas. Las mas conocidas:

De español e indio, nace mestizo: la palabra mestizo significa mezclado.
De español y negro, nace mulato: la palabra mulato viene de mula, que es la mezcla de caballo y asno.
Imaginen quién era el asno y quién el caballo en la mente española.
Y así, de mestizo y española, castizo, mulato y español, morisco, y mientras menos sangre española se tenga en las venas, el nombre va degenerando hasta los que son francamente zoológicos: coyote, o lobo, por ejemplo.
Y hay quienes avanzan para atrás o adelante en esta escala racial: saltapatrás o tornatrás, que se va mezclando con gente menos y menos española, albino, que de repente recupera algo de blancura, o de plano el que ni para adelante ni para atrás, como el tentenelaire, y otros que hasta dejan de hablar cristiano, como el notentiendo.

No deja de ser pintoresco, y hasta gracioso, pero más allá de ello, a mí me da la impresión de que no hemos dejado atrás este tipo de sociedad. Me da la impresión de que, a pesar de haber llegado al siglo XXI, nuestro espíritu mas profundo se quedó petrificado en esta sociedad del siglo XVII.
¡Exagerado! dirán algunos. Creo que no tanto. Si bien esta sociedad de castas no es evidente, existe y se mueve de manera muy parecida a la que se movía hace cuatrocientos años.

18.7.06

... paginita

Va una paginita de una novela que estoy comenzando.
Provisionalmente lleva el nombre de Malinche, pero es un nombre muy choteado.
Sobre la marcha iré ajustando...

17.7.06

¿No les digo?













De plano no comprendo en qué pinche planeta viven...
Pinches gringous 'tan kabrounes, men.

16.7.06

¡Legionarios al ataque!

De la página del PAN:

Por la democratización de AL
Acción Nacional y el Partido Popular (PP) de España trabajan para fortalecer la democracia en América Latina. Es un tema de mutuo interés, afirmó el líder panista en entrevista con Notimex.
Manuel Espino se entrevistó con su homólogo español, del PP, Mariano Rajoy, con el propósito de coordinar agendas de trabajo, como se hará con la Fundación Konrad Adenauer, “que tiene proyectos importantes en América Latina”.


¿A poco no es lindo?
Me encontré esta notita en un blog, sobre El Yunque. Échenle ojito...

¡AAAAAGH!
Ojalá solo sea paranoia.
Si no, pos...

Cuando escribí Operación Bolívar a veces creía que me la estaba mamando con mi fobia a la Iglesia... ahora no sé.

15.7.06

Memories...

Yo empecé a trabajar en esto para pagarme la vangancia, par comprar cervezas.
Comencé a hacer comics porque... no me acuerdo por qué... cuando era mas chavo, en la secundaria soñaba con hacer una película de superhéroes. Pero hasta ahí... y sin embargo, puedo decir que he llegado más lejos que muchos que sí querían llegar a un lugar como en el que me encuentro.

¿Por qué?

No lo sé.

Día de la Revolufia




La foto no es mía, me la volé del sitio del Reforma.

Ayer se celebró que le cortaron la cabeza al Rey, al mismísimo descencdiente de Diosito Santo y esto devino en República.
En la mairie (la delegación, pues), hubo bailongo anoche.
3 euros la Heineken de lata: ¡un robo! ¡Con razón nadie se empeda en la calle aunque esté permitido!
Se estrenó Supermán y tengo ganas de ir a verla. Cuando lo comenté, la cara de los cuates iba desde los que creían que lo decía de broma, hasta los que pusieron cara de "¿por-qué-te-gusta-comer-mierda?". Me voy a tener que convertir en un fanboy de closet. Aunque aclaro que por otro lado entiendo: Supermán no es mi personaje favorito, es más, lo vomito, lo detesto, mas bien soy fan de Brian Synger. Los críticos comentaban que junto con la invitación a la exhibición para prensa, la distribuidora pedía a la gente llegar antes para una revisión de rutina por cuestiones de seguridad ¡como si esperaran algún atentado terrorista en la proyección! Después de el incidente, que fue tomado como un acto grosero y mamón, la crítica francesa se limitó a decir: "¡No nos interesa saber si Supermán returns es buena o mala: Supermán se acabó para nosotros!"... pinches gringos, ¿cómo se les ocurre hacer estas cosas y justo 2 días antes de celebrar la Revolución Francesa?, ¿a dónde querrán llegar con esa actitud de "dueños del planeta"?

Por lo pronto me estoy poniendo al tanto con Wong Kar-wai, chinguetas entre los chinguetas.


2046, la compré en DVD para regalársela a Nieves. Ya ví In the Mood for Love y me quiero agenciar un paquete de tres películas de Kar-wai. Acá en parís Kar-wai ha sido un hitazo, todo mundo ha visto sus películas y todo mundo tiene una opinión propia al respecto, aunque esté muy chaqueta su opinión, pero es suya, y no se quedan como en México, con cara de pendejos cuando lo mencionas, o nunca te sale un mamoncete de agencia de publicidad presumiendo su amplia "cultura" sobre cine no hollywoodense pretendiendo que lo sabe todo de Kar-wai, y que cuando le preguntas: ¿Y tú cómo interpretaste la película?, te das cuenta que el vatillo solo te ha recitado el boletín de prensa, o cuando mucho alguna reseña de revista, si es que acaso lee. De este tic snob de la paisanada ya me había dado cuenta allá, durante el trayecto entre el puestecito de Carlos y Jorge, en La Lagunilla, y los bares de La Condesa... pero no me había incomodado tanto...

En fin...
¿Por qué tiene uno que venir tan lejos para tener que aborrecer a su país?
Misterios insondables. Solo extraño mi jarro de pulque y los tacos de barbacoa de Don Tomás, los domingos, en La Portales... de ahí en fuera: México es prescindible.
Por las noches, cojo como perro en brama con mi amada Malinche.

Visiten la página del Yunque para que vean quién va a gobernar el rancho eléctrico estos 6 añitos.

14.7.06

Estoy en París...

Hoy es 14 de julio de 2006.
Día de la Revolución francesa.
Estoy en la Ciudad de París.

No, no voté. Pero si lo hubiera hecho habría votado por el Peje, desde luego. No porque lo consideré el mejor candidato, sino porque si de retrocesos hablamos, pienso que es más fructífero un retroceso al siglo XX, que al siglo XVII.

Ganó la derecha, el Yunque, los empresarios conservadores... y un ejército de lumpenburgueses erectos en flamante clase media mexicana. Clasemedieros de rancio abolengo, unos de rancia derecha también, heredaron su confesión de sus abuelos y bisabuelos y la ejercen porque sí, porque así les enseñaron, otros no son de tan rancia prosapia, son hijos del sistema educativo privado y son, ante todo, profunda y groseramente ignorantes. A ellos como a muchos mexicanos les comieron el seso desde la radio y la TV diciéndoles que si ganaba el "violento" Peje les iban a quitar un carro para regalárselo a un pobre que no trabaja. No sé qué pensar de alguien quien cree algo así puede ocurrir en las actuales circnstancias de México: bueno, sí sé qué pensar: que está bien pendejo.

En fin, que desde acá la cosa parece una anécdota de ranchito cacahuatero. A decir verdad, es intrascendente quién gane o cómo, México ya va encaminado en la engrasada máquina del neoliberalismo y no hay nadie quien lo desvíe. En los USA el Peje es considerado de izquierda moderada por los analistas, pero en México, para los Servitjes, Azcárragas y demás, cualquier pálido rosa ya es rojo profundo. No me gusta ver a mi país tan timorato, y tan inconsciente, no me gusta ver a las "buenas conciencias" celebrando el "triunfo" (fraude a todas luces) de Calerón exclamando frases tan poco deportivas como: "¡Qué bueno, pinche bola de nacos!". Luego de verlos así, tan... desnudos... tan poco... dignos. Me entran ganas de que si hay chingadazos, regresarme a volar dos tres bancos, vaciar dos tres cavas privadas, reducir a astillas dos o tres BMW's y violar dos tres señoras de Las Lomas con hijas fresas incluídas (si son católicas, mejor).

Pero estoy en París... es verano, las francesas visten ligerito y son hermosas.
Viendolas caminar por Grand Boulevards uno no puede menos que despreciar profundamente a México.