Apareció en la columna de
Opinión en
La Jornada un texto de Marco Rascón titulado...
... y honestamente sí me emputé. La verdad creo que Marco Rascón, que se dice crítico de la "izquierda", ni siquiera leyó al maestro André Gunder Frank... ¡y se atreve a citarlo!
Marco Rascón dice:
"Lumpenburguesía y lumpendesarrollo" denominó André Gunder Frank (1929-2005) a la llamada "burguesía nacionalista" y al viejo desarrollismo de los años 60, respaldados por la Alianza para el Progreso kennedyana, que ahora redita en forma de migajas George W. Bush.Pero si bien AGF emplea documentos de la CEPAL para desplegar su análisis, sitúa al nacionalismo burgués en los perdiodos de Primer y Segunda Guerras Mundiales, cito:
"Así que, al parecer, también en México fueron las consecuencias nacionales de la depresión de los años 30' y la guerra de los 40' las que impulsaron y permitieron el reformismo y nacionalismo burgués"Lumpenburguesía-Lumpendesarrollo; Gunder Frank, André; Ediciones Periferia; Capítulo 7.Nacionalismo burgués; p.91
AGF continúa más adelante:
"Sin embargo, aunque no se debe y no se puede desconocer el progreso que Latinoamérica vivió durante aquella época [30' y 40'], la historia nos enseñó que dentro de la dependencia (neo) colonial del capitalismo mundial, este progreso también tuvo su contrapartida necesaria del desarrollo del lumpendesarrollo en Latinoamérica... debe reconocerse que en el fondo fue la misma burguesía que se hizo representar primero por un Getulio Vargas... por un Justo, un Perón... por un Cárdenas... Así importa comprender no sólo los éxitos sino también las limitaciones de este período"Ib. Idem; pp. 98 y 99.
En el Resúmen introductorio de esta misma edición AGF señala en la página 25:
"7. El nacionalismo burgués y el desarrollo industrial del siglo XX en los principales países latinoamericanos también representan la respuesta política de la burguesía latinoamericana a un cambio en la estructura económica nacional, que a su vez fue generado por la crisis que la metrópoli imperialista vivió durante dos guerras mundiales y la depresión económica de los años 30'... sin embargo, este desarrollo se vió limitado por la estructura de clase de la lumpenburguesía, que estos países habían heredado de su condición de dependencia anterior, y por la recuperación de la metrópoli imperialista a partir del los años 50' "Creo que AGF deja muy claro que el periodo de nacionalismo burgués se desarrolla entre las décadas 30' y 40'. Puede dar la impresión de que Marco Rascón evade este dato para dejar impoluto al cardenismo como fetiche de la izquierda al dejarlo fuera de la etapa de nacionalismo burgués, según AGF. Me parece grave ahora que la izquierda anda tan falta de argumentos, el despojarse incluso del argumento de que mantener sectores estratégicos controlados por el Estado es una práctica que puede fortalecer incluso a una burguesía desarrollista local.
Hablar de "lumpen-neoliberalismo", además de ser un retruécano innecesario, deja de lado el hecho de que tanto las burguesías metropolitanas como las lumpenburguesías periféricas encuentran en esta etapa de capitalismo salvaje el caldo de cultivo idóneo para el desmantelamiento, precisamente, del Estado burgués moderno, como lo llama Marx, y que encontró su faceta más benévola en el llamado Estado de Bienestar Social.
Por otro lado, si tomamos en cuenta que el neoliberalismo es una etapa del capitalismo que, entre otras cosas, busca deshacerse de las "reglas de juego" que imponen las regulaciones estatales, es decir, busca dejar de ser un capitalismo domesticado por el Estado para hacerse un capitalismo salvaje y en este proceso lumpenizar a la burguesía globalista despojándola de toda responsabilidad social, pues hablar de lumpen-neoliberalismo, no es más que un pleonasmo. Pleonasmo innecesario... ¡pero, ah, pinches intelectuales protagónicos: cómo nos encanta sobrenomenclaturar!... como el pendejo de Zedillo que quiere pasar a la historia al acuñar: "globalifílicos" y "globalifóbicos"... pero bueh...
Y en cuanto a que:
"La vía por la que llegamos a la actual situación [de subdesarrollo] fue el endeudamiento externo e interno, resultado de esta burguesía mínima, protegida y monopólica que ha visto hundirse el país desde su salvavidas, al cual fueron los primeros en llegar y los únicos en subirse"AGF no sitúa el proceso lumpendesarrollista, es decir, el proceso de dependencia, solo en los siglos de los grandes "endeudamientos", que comenzaron paradójicamente con la "independencia", sino que sitúa sus orígenes en la Conquista de América y en la colonia:
"...la Conquista colocó a toda Latinoamérica en una posición de creciente subordinación y dependencia económica colonial con respecto al sistema mundial único del capitalismo comercial en expansión"Ib. Idem.; p.14.
Los procesos mediante los cuales la Nueva España desarrolla el subdesarrollo aún sin ser deudora de la Corona, AGF los describe en los capítulos 1 y 2 de
Lumpenburguesía-Lumpendesarrollo, titulados:
Estructura colonial y
Estructura agraria, respectivamente. Las políticas de endeudamiento son los mecanismos imperiales y neo-imperiales de las estrategias dependentistas de nuestra añeja lumpenburguesía.
Honestamente y sin ser grosero, creo que el Señor Marco Rascón debe revisar su lectura de André Gunder Frank, si es que lo leyó. Vituperar a nuestra plutocracia disfrazando el desprecio como si fuera análisis no lleva a ningún lado, creo que el análisis debe hacerse con mas seriedad (y miren que no soy quién para decir ésto). En eso las derechas nos la llevan de gane: tienen la cabeza más fría: sus análisis pueden estar equivocados, pero sí persiguen más seriedad, pues en la objetividad de sus análisis les va el dinero, y eso para ellos es más sagrado que cualquier doctrina... en fin, que con éstos análisis, ya veo por qué la izquerda anda toda en la vil pendeja.
Ya le mandé este mismo texto a la redacción de
La Jornada y al mismo Rascón, sin los insultos, claro. Pero como chance y ni lo publican, pues se los posteo por acá... ¡chale!... creo que sí me sulfuré, pero siento que "citar" con tanta irresponsabilidad textos que merecen un poquito más de atención es... por lo menos:
decepcionante.
Luego le sigo acá a los choros mareadores, es que ando bien cargado de jale.
¡Pero no desesperéis!
Salut!