1.9.10

1988. III

¡No somos uno, no somos diez, pinche Jacobo, cuéntanos bien!


Después de que "se cayó el sistema" vino un tortuoso proceso mediante el cual las casillas impugnadas tenían que ser impugnadas en el pleno del Congreso de San Lázaro y allí, mediante votación, deberían aprobarse o desaprobarse cada una de estas casillas, y eventualmente anular la elección, o como sucedió: aprobarse tal cual y dejar como vencedor al candidato que el Comité Federal Electoral ya había declarado ganador.

Los medios de comunicación, acostumbrados a callarlo todo pretendieron callar también el descontento general ante un evidente fraude. Ni Televisa, ni los diarios mencionaban absolutamente nada sobre las protestas en la calle, y afuera mares de gente enarbolaban mantas, gritaban, se inconformaban en el viejo ritual de las marchas y plantones. Todos los días la gente de manera espontánea a veces, a veces de manera convocada por integrantes del Frente Democrático Nacional, cumplió un curioso ritual. La gente se conglomeraba en el Zócalo, se marchaba rumbo al Palacio de Cobián, a la Secretaría de Gobernación y se remataba en Televisa. A veces se iba primero a Televisa y se remataba en SeGob, dependiendo.

Las consignas eran variopintas y se acuñaron algunas nuevas ante las circunstancias.

Jacobo, sidoso, por puto y mentiroso.

Haciendo alusión al rumor de que el "Joven Murrieta" era amante de Jacobo Zabludowsky.

Jacobo, sionista, tenías que ser priísta.
Haciendo alusión a la religión de Zabludowsky y a que al menos, durante toda su permanencia en Televisa, fue un "soldado del sistema".

Se hicieron graciosas adaptaciones para aludir a Salinas.
A la rola de "Sacaremos a ese buey de la barranca" se le cambió la letra.



A coro cantábamos:
Sacaremos al pelón de las orejas,
sacaremos al pelón de las orejas,
sacaremos al pelón de las orejas,
de las orejas sacaremos a ese buey
...

Las calles una vez más fueron testigos de esa rara mezcla de fiesta y descontento que caracterizan a la turba. Y yo, puse mi granito de arena. Seguí pintando mantas, no sólo las de la célula del PMS, sino también a otra gente que así lo requería en las marchas y los plantones y tuve mucho exito por mi "letra derchita", la ortografía no era lo importante. Pero sobre todo porque empecé a incorporar caricaturas para desaburrirme. Al final el trabajo fue tanto que acabé haciendo un salinitas casi casi como de molde. Era algo así como ésto...


Por cierto, uno de los medios que cubría las notas con fotos de las menifestaciones y con noticias que coincidían con lo que veíamos en las calles y de lo cual nosotros éramos protagonistas fue el diario de La JornadaQuizá ahí, cuando en los mítines veía las Histerietas de La Jornada los domingos, fue cuando pensé que podría dedicarme a algo que me gustaba hacer.



Después, en el año de 1989, intenté agarrar chamba de monero en los diarios, hice un par de caricaturas de muestra e ingenuamente las entregaba en las recepciones de los diarios con una carta al editor... pero esa es otra historia.


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