21.7.06

Crónica de castas II


Para empezar, y para entender la sociedad de castas, primero habría que hacer de lado un montón de mitos que se han tejido en torno a la conquista y la colonia. Las cosas no fueron tanto como nos la enseñaron en la escuela, ni los españoles fueron los malos malos ni los indios los buenos buenos. Había motivos en la mente de los españoles para frenar la barbarie contra los indios, y había motivos en la mente india como para ver la llegada de los españoles como una beneficio, o al menos un mal necesario.

Los españoles expulsaron a los moros de la península en 1492, el mismo año que descubren el nuevo continente. En su mente medieval y religiosa perciben este hallazgo como un premio que Dios les ha dado por su servicio a la fe. A diferencia de los moros infieles, a quienes había que expulsar, la gente que habitaba las indias no eran sino una encomienda de Dios para reconvertirlos a la verdadera fe.

Es cierto que, acostumbrados a ver cómo allegarse de riqueza a través del saqueo y la masacre en el nombre de Dios, de la manera como se hizo durante la expulsión de los moros, los españoles hicieron destrozos y barbaridades, protagonizadas por salvajotes como Pedrito de Alvarado o El Loco Aguirre a los que les gustaba cortar gañotes con particular alegría. Y en el extremo opuesto hubo españoles con ideas menos bárbaras, ya mas hijos del renacimiento, que veían todo el suceso de la conquista como una oportunidad que Dios había dado para construir anheladas utopías. Vasco de Quiroga, Fray Bartolomé de las Casas, Fray Gerónimo de Mendieta... gente como ellos no buscaban el exterminio indígena, su ideal se basaba en que convivieran dos republicas, la república española y la indiana. Y se esmeraron lo más posible en que así fuera. Movieron todas sus influencias y trataron, hasta donde pudieron, que los españoles no se pasaran de lanza con los indios. El mismo Hernán Cortés buscaba entregar intacta la ciudad de Tenochtitlan a la Corona, fundó el primer hospital en tierra americana y protegió a los indios hasta donde pudo.

Vasco de Quiroga tuvo chance de gobernar en la región del lago de Pátzcuaro para evitar los abusos de los españoles y poder hacer escuelas de artes y oficios. Su intento era crear la Utopía de Tomás Moro. Fray Gerónimo de Mendieta escribía al Rey pidiendo que de alguna manera se eviten a los indios mezclarse con los españoles, pues los indios se corrompían en su compañía.

Y así... pero el poder es el poder, y los principales enemigos de tan buenas intenciones eran los que venían a hacer la América, al parecer, la Historia demuestra que las fuerzas gandallas son mas fuertes que las good vibes.

El Colegio de Indias de Santa Cruz Tlatelolco formó indios capacitados y artistas que podían competir con los europeos, e incluso fue dirigido por los mismos indios, quienes llegaban a corregir en latin a los curas españoles que les sermoneaban. El Colegio, fue cerrado debido a la presión de los criollos, que temían que aquello se convirtiera en un semillero de líderes políticos. Los criollos vivían cagados de miedo, temiendo una rebelión indígena, pues en los primeros años de la colonia los indios eran la abrumadora mayoría numérica; con el tiempo eso cambió, en la medida en que la población india fue diezmada mayoritariamente por las epidemias.

En fin, que así, entre jalones y estirones se impuso durante la colonia un modelo social y económico que tenía una mezcla de esta convivencia de dos repúblicas, y de un sistema feudal de cacicazgos y explotación salvaje a través de un esclavismo velado. Y esto con la venia de todo mundo... y sigue hasta la fecha.

2 comments:

Francisco Eli said...

Pues que pasado tan culero tiene mexico el cual no lo hemos superado por que si salimos del gobierno Español despues vamos con los pinches gringos a que manipulen la economia mexicana

Edgar Clement said...

Tiene su razón de ser, mas adelante lo voy a explicar, y tiene que ver precisamente con un pensamineto que vive en constante dependencia.