20.1.07

Lumpendesarrollo

¿Qué chingaos tienen qué opinar los bancos españoles sobre nuestras políticas internas?


Cortes presenting treasure to the king.

A ver, me la voy a llevar leve, voy a tratar de explicar los conceptos de lumpenburguesía (LB) y lumpendesarrollo (LD) de Gunder Frank, a como le entendí al libro de marras. Citaré lo menos posible, pero será inevitable ante lo claro que resulta el ensayo.

La primer cita inevitable:

"... la dependencia no debe ni puede considerarse como una relación meramente 'externa' impuesta a todos los latinoamericanos desde fuera y contra su voluntad, sino que la dependencia es igualmente una condición 'interna' e integral de la sociedad latinoamericana, que determina a la burguesía dominante en Latinoamérica, pero a la vez es consciente y gustosamente aceptada por ella. Si la dependencia fuera solamente 'externa' podría argumentarse que la burguesía 'nacional' tiene condiciones objetivas para ofrecer una salida 'nacionalista' o 'autónoma' del subdesarrollo. Pero esta salida no existe precisamente porque la dependencia es integral y hace que la propia burguesía sea dependiente"
AGF; op. cit.


INTERNA, es decir, que la culpa no solo la tienen los que nos vienen a conquistar, sino también nosotros por... dejadotes. Después de la cita de AGF, si volvemos a hacer la pregunta:
¿Qué chingaos tienen qué opinar los banqueros españoles sobre nuestras políticas internas?

... debería seguir la pregunta:
¿Por qué nuestros "burgueses" se ponen tan contentos de que los banqueros españoles opinen así?

Aunque luego de ver cómo se comporta nuestra derecha contra los enemigos de la democracia y contra los izquierdistas de mano blanda, creo que la pregunta sobra: sus intereses están con esa banca. ¿Ya ven cómo no era csualidad que José María Aznar viniera a hacer campaña a México?
Pero... pues... ¿ya qué dice uno?...
como sea nadie pela.

En un estado burgués moderno, los sectores estratégicos, como la banca, la energía eléctrica o el petróleo, son protegidos por la misma burguesía local. Como ejemplo, chequen el caso de cuando Pepsi quizo comprar Danone. Eso es lo que hace un Estado burgués: proteger su planta nacional, pues va su interés en ello como representante de los intereses de la burguesía que desarrolla ese proyecto de nación. Nuestra burguesía no tiene esa consciencia de clase: no es consciente de su papel impulsor y transformador, es como el lumpenproletario que no tiene consciencia de clase proletaria: nuestra burguesía, sin consciencia de clase, es una lumpenburguesía.

En los países más desarrollados, los corporativos se expanden y pierden su frontera, su nacionalidad, pero lo hacen desde una postura dominante, se desembarazan del concepto de nacionalismo para expandirse globalmente pues las fronteras les son estorbosas para que la operación financiera global fluya.

Esa ideología global es tomada muy oportuna y oportunistamente por nuestra lumpenburguesía, pero no en un afán de dominio, sino como una coartada para mantener sus privilegios de clase medrando de la venta indiscriminada de los recursos que tengan a la mano, aunque sean estratégicos: su afán es dependiente, pues han encontrado la manera de sacar ganancias de la dependencia.

Obtener ganancias del propio atraso: esta aberración económica es fruto de nuestra cultura colonial. Mantener la dependencia puede ser incluso una razón de Estado en nuestras sociedades.

Un botón de muestra

El ejemplo más claro de esta aberración, de esta dependencia como razón de Estado, está en el hecho de que el país dependa del dinero de las remesas, del maíz hablamos otro día. El dinero que mandan los ilegales es la segunda fuente de ingresos después del petróleo, la tercera son los impuestos, así que cuando alguien llore porque paga mucho impuesto, no le crean, los ilegales meten más dinero al país que los contribuyentes. Así, ahora al Estado le conviene mantener el desempleo para generar más expulsados que ingresen dinero y activen el mercado interno. El mercado interno, o la economía interna la alivianan los empleos, sí, en eso el Consejo Coordinador Empresarial tiene razón, lo que no aclaran es que lo alivianan los empleos, y el pago de impuestos y el que estos impuestos se inviertan en infraestructura dentro del país, para que así la gente no se tenga que ir a Estados Unidos, a quien tampoco le interesa una reforma migratoria que legalice a nadie, lo que se ahorran en gasto social para no dar seguro social, prestaciones, vacaciones y etcéteras, es considerable, además de hacerlo se desatarían los intentos de los mismos ilegales para llevarse allá a sus familias, a las que extrañan mucho, me cae, pero esto implica para los gringos acrecentar más el gasto social en educación, salud y etcéteras. Por otro lado, de llevarse a sus familias ese flujo de dólares a México perdería su razón de ser y terminaría cortándose, esos dólares ya se quedarían allá, y no acá. A las clases dirigentes, tanto gringas como mexicanas, les conviene que esa gente esté fuera, en la inexistencia legal, metiendo dinero acá y pagando impuestos allá, porque serán muy ilegales pero allá sí pagan impuestos. Esto amortigua el descontento social en México que permite que la gente que vive en extrema pobreza no se subleve por hambre, mientras la lumpenburguesía y el Estado mexicano no se ven obligados a gastar ni a subir los salarios -olvídemonos ya de redistribuir la riqueza y emprender planes de desarrollo real-. Al fin que de todas formas, las ventas no decaen, pues la gente les sigue comprando. Los dólares que envían los ilegales se usan, en México, para comprar productos que venden los mismos Estados Unidos a México. Lo del agua al agua. Así, la parte del "mercado interno" que tanto defiende nuestra lumpenburguesía está sana y salva. Conviene, entonces, mantener la expulsión de mano de obra y mas bien hay que facilitar el ingreso de los dólares. No sé, pero así puesto, me queda claro que es menester desarrollar el fracaso económico del país, pues para nuestra lumpenburguesía significa, y hoy más que nunca, ganar más invirtiendo menos. A eso se debe que parte de los altos salarios que se pagan a funcionarios sean como pago por su incompetencia y/o defensa de este statu quo dependiente y subdesarrollado: en México, hemos aprendido a sacar provecho de la inoperancia.

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A esta aberración económica, a este desarrollo del subdesarrollo es lo que podríamos llamar

LUMPENDESARROLLO

Otro botón de muestra de estrategias lumpendesarrollistas es el IPAB, o FOBAPROA, o el "rescate" carretero que no rescata las carreteras. En países como el nuestro, este lumpendesarrollo puede llegar a ser verdaderamente una razón de Estado.

Otro botón... más botones... ésto ya parece casaca de húsar... otro botón puede ser la gran paradoja de que México, la cuna del maíz, no tenga autosuficiencia alimentaria al respecto, y más aún, cuente con sectores de su población que mueren entre el hambre y cuadros de depresión crónica debido a la falta de espextativas de vida... neto, no es mentira:

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Lo que debería dejar de sorprendernos, y por lo menos movernos a curiosidad ya que la acción parece que que no se nos da mucho...
¿Por qué seremos tan indolentes?


2 comments:

Unknown said...
This comment has been removed by the author.
Marcela said...

Es bueno leerte de nuevo!