Desde esa óptica, el que un chimpancé haga uso de una varita para proveerse de hormigas ya puede llamarse tecnología. Así podemos decir que la ropa ya es una suerte de prótesis de la piel, los zapatos una prótesis a falta de pezuñas, el uso del fuego y los cuchillos son intervenciones tecnológicas para compensar nuestra falta de colmillos y nuestras libretitas de apuntes prótesis para nuestra memoria. Con una tecnología que no ha cesado de desarrollarse el ser humano ya se encuentra, desde que inicia la civilización, en un constante proceso de cyborguización... aunque hay de tecnologías a tecnologías, si bien Naief Yehya menciona las teorías mas amplias sobre el término yo pienso que una cosa es apoyarse en la tecnología para optimizar ciertas funciones y la otra intervenir directamente el organismo y agregar complementos tecnológicos.
Una persona que usa un marcapasos y una mujer que usa tetas de silicona ya son cyborgs, uno intervenido con fines médicos y la otra intervenida con fines estéticos, pero ambos han intervenido su cuerpo. La mutilación con fines estéticos como la rinoplastia, o con fines curativos, como la apedicectomía pueden considerarse como intervenciones, pero al no incorporar elementos externos no hablamos de cyborguización. La pata de palo de un pirata aunque sea desmontable y los jades incrustados en los dientes al estilo maya, yo creo que sí. Aunque es ocioso ponerse a ver que tan cyborg es Sabrina o el Capitán Garfio, lo cierto es que por angas o por mangas parece ser que el ser humano busca de una manera u otra suplir un cuerpo difícil de mantener y sostener.
Pero son muchas las cosas que nos hacen animales, y que se buscan superar: un amplio caudal de ideas y filosofías buscan liberarnos de nuestros instintos y pasiones. Al fin y al cabo el uso de drogas es una manera de intervenir químicamente nuestros estados de ánimo y nuestros procesos mentales. Estas intervenciones son constantes desde el inicio de la civilización, desde los estados de éxtasis shamánicos hasta Fox y su viagra. El uso de ciertas drogas por determinados gremios nos puede poner a pensar sobre una necesidad económica detrás de cada afición: la mariguana es popular entre los pensadores y creativos independientes que requieren un constante abanico de reflexiones, concentración y relajamiento. La cocaína entre policías, en la farándula y entre corredores de bolsa y empleados de corporativo que requieren estados de vilgilia constante y un estado de agresividad que no dé tregua. El crack entre asaltantes que requieren de esporádicos estados de omnipotencia. En las comunidades indígenas el uso de peyotes y hongos solo está reservado a los curanderos.
Y si bien los libros pueden ser prótesis de nuestra memoria, las computadoras próteis de nuestra inteligencia, y hasta las drogas prótesis del espíritu, también podemos pensar que el buscar prótesis para nuestros procesos de comunicación también sean intentos ya no solo de intervenir nuestro cuerpo sino también nuestra sociedad entera. Las tecnologías de comunicación nos inducen a homogeneizar nuestras opiniones como en algún momento lo hicieron las religiones, luego las ideologías, y luego los mass media. Es cierto que hay espacio para la disidencia, pero igual que en las religiones, ideologías y sociedades mediáticas, esta disidencia es limitada y permitida siempre y cuando no desestabilicen al conjunto.
El cyborg es una mezcla de lo orgánico, lo mitológico y lo tecnológico; es un ser que nos incorpora y que llevamos dentro. Es decir, robots, androides y seres humanos pueden ser y estar contenidos en el cyborg. Un buen ejemplo de lo que representa el cyborg es el Borg de Viaje a las estrellas: la siguinte generación, un ser que es al mismo tiempo una comunidad de individuos interconectados que forman una gran conciencia voraz que crece integrando y asimilando todo a su paso, incorporando la diversidad biológica y tecnológica para enruiquecerse y fortalecerse.
Naief Yehya, El cuerpo transfromado.
Quizá la gran novedad que nos ha traído esta globalización del neoliberalismo (pancapitalismo, le llama Naief), es el auge de las corporaciones. Son los primeros impulsores del sometimiento de las estructura s modernas, de la Nación-Estado, y muy probablemente serán sus verdugos, o quizá como hasta ahora, los incorporarán para su beneficio. Sin embargo, para que esta incorporación sea posible hace falta que la población legitime a la Nación-Estado a través de procesos "democráticos", o al menos que parezcan democráticos. Así, somos incorporados al corporativo a través de una estructura que ya ha sido incorporada de antemano. Nuestras queridas corporaciones bien pueden ser proto-borgs, quizá ya con mentalidades e intenciones ya superiores incluso a su mesa directiva. Conjuntos financieros interconectados cuya única función es su propia supervivencia, y para ello se vale de pequeñas prótesis biológicas en forma de empleados en lo que encuentran algún suplente que ellos mismos diseñarán y desarrollarán.
Somos los Borg. Prepárense para ser asimilados.
La resistencia es inútil.
La resistencia es inútil.
Aunque la frase bien podría ser: Somos los Corp. Prepárense para ser incorporados. La resistencia es inútil.
1 comment:
Oye Edgar ya leiste el libro de "las puertas de la percepción" de A.Huxley? Es buenísimo por lo que respecta a la explicación de las sensaciones y experiencias vividas con cada droga
SUPER RECOMENDABLE!!!
Post a Comment