10.8.08

El Nivel

¡Qué chiste, esa cantina todos la conocen!
Hasta en las guías de mochileros la recomiendan.
Pos sí, pero no se puede arrancar uno decorosamente a hablar de cantinas sin empezar por la primera:

El Nivel


Fundada en 1855, unos dicen que en octubre y otros que el mero 2 de febrero, día de la Candelaria, cuando era presidente mi General Ignacio López de Santa Anna. El edificio que ocupa en la esquina de Moneda y Seminario en el Centro Histórico albergó inicialmente la primera universidad de América, ahora tiene el honor de alojar a El Nivel. Como es el mero mero centro, no es de extrañar que en la calle de Moneda haya estado la primera universidad, la primera imprenta, el primer palacio de arzobispado, y por qué no, la primera cantina. En Gridskipper hacen una anotación interesante: The oldest legal bar in Mexico. Pos sí, observación interesante que solo alguien que proviene de una cultura legalista puede hacer, la historia de las cantinas y piqueros en México va más allá de El Nivel, pero a El Nivel fue la primera cantina a la que se le otorgó licencia legal, de hecho tiene la licencia número 1.

Mapita donde se puede ubicar El Nivel, cortesía de Google Earth.

Antes de llamarse el nivel se llamaba "Café Correo", se comenzó a llamar El Nivel en el año de 1879, "debido a una escultura que el pueblo llamaba así, erigida en 1878... para señalar el plano de comparación (2,268 metros) sobre la marea media de Veracruz, y el nivel de los lagos de Texcoco, Xochimilco y otros. Tal monumento se hallaba frente a la tomaduría que estamos describiendo, y más adelante fue trasladado -sólo por el gusto que tenemos en México de andar cambiando de lugar las estatuas- a la esquina Poniente de Catedral, donde termina la calle 5 de mayo. Por cierto, los niveles que señala son tan diferentes de los actuales, que amerita una placa aclaratoria". El entrecomillado es cita directa del libro del Maestro Armando Jiménez, quien también nos da cuenta de la gente que ha visitado la cantina: políticos, artistas, intelectuales y celebridades varias; cuando yo era asiduo a El Nivel varias veces me encontré ahí a Carlos Monsiváis, invariablemente acompañado de algún jovencito que lo escuchaba entre absorto, divertido y enamorado.

La botana es ligera y muy rica, hacen unos frijoles de olla con chile que no tienen madre. En general las botanas en las cantinas suelen ser ricas. No sé por qué, pero así es. Salvo algunos lugares donde se pasan de aceite, la comida de botana pasa. Una de las especialidades de la cantina es el nivelungo, un trago de la casa para crudos, de hecho todas las cantinas tienen su supertrago para que los crudos se repongan de la cruda remontando la peda, todo es cuestión de preguntar. El nivelungo lleva Controy... y no me acuerdo qué más. Si el cantinero afloja les paso la receta. Los precios están tranquis, como ando a dieta no consumo chela, pero las cubas están a 35 varos cada una.

Por su parte, Pancho Liguori apodó "nivelungos" a quienes con singular tesón, fervor inusitado y ardiente frenesí concurren asiduamente a ese recinto a tomar aperitivos (con tal cantidad que olvidan el apetito).


La manera como caí a El Nivel fue porque cuando quise seguir aprendiendo las cosas del dibujo fuí a la Academia de San Carlos a los talleres abiertos. Entré a un taller que enseñaba el método de Betty Edwards. No lo terminé, pero puedo decir que después del dibujo técnino, es lo que más me ha ayudado a mejorar mi técnica de dibujo. Creo que estas cosas deberían darse en las secundarias, pues más allá de que se tenga como objetivo el dibujar o no, estimular ambos hemisferios cerebrales es una gimnasia que encuentro bastante benéfica. Al fnal de cada sesión, desde luego venía el convivio y nos lanzábamos a echar la chela y la chorcha a El Nivel, así pasaron algunas semanas hasta que le empecé a echar el ojo a una clasemediera con trazas de intelectual muy muy guapa y que me gustaba mucho, cabello negro largo, lente de pasta, botas de piel, falda de lana, libros en el bolso, y yo ahí como pendejo extasiado por el olor de las feromonas. A la chica no le gustaban las cantinas y prefería el café, abandoné El Nivel para acompañarla en extensas charlas sobre... no me acuerdo qué, pero que implicaba que además de románticamente pendejo también me sintiera intelectualmente pendejo. El acabose vino cuando este Neza's boy (así me decían en otro círculo de amistades, ya les contaré), abrió su corazoncito y se declaró recibendo un elegante no. Ahí sí ya me dije: ¿Y yo qué chingados hago aquí en estos pinches cafecitos pedorros?...

¡Y me regresé a El Nivel con los míos, con los gañanes!

El tapetito de bienvenida de El Nivel.


La placa en la fachada de El Nivel, escrita en latín y que traducida al chilango dice más o menos:
A la perene memoria de la Real Pontificia Universidad, Carlos V a través de Su Santo Virrey el Excelentísimo Antonio de Mendoza de este modo comienza el 3 de marzo de 1553 la erección que florecerá hasta el año de 1850 en la monumental Universidad de México... o una chingadera así. Total: a estas alturas ni los pinches curas hablan latín.
Link. Paseo por la calle de Moneda


Addendum


Es nota de La Jornada, donde los herederos dicen:
“Hace más de 20 años nos clausuraron dos veces la cantina, posteriormente le donaron a la Universidad el edificio ubicado allá en las calles de Moneda y Seminario y tuvimos un récord de 17 años peleando (…) Sabíamos de antemano que algún día la cantidad El Nivel iba a dejar de existir. ¿Por qué? Porque a la muerte de mi padre (…) se complicaron mucho las cosas, porque todo estaba a su nombre”, relató ayer durante la entrevista radiofónica [el heredero Jesús Aguirre].

Pero OJO: hay letrerito de "cerrado por remodelación"

Aunque en la nota de Crónica, dicen:

Tras 17 años de litigio, el dueño Rubén Aguirre [¡oh!, ¿pos no que era Jesús?] anunció ayer que la cantina cierra sus puertas y el edificio pasa a formar parte de la Universidad Nacional Autónoma de México. Añadió que la licencia no se pierde y está pensando trasladar El Nivel a otra parte de la ciudad que no sea el Centro Histórico. El amparo lo perdió porque al morir su padre, Jesús Aguirre, terminó éste y la UNAM pidió el predio.

Un párrafo antes la nota de Crónica, periódico de Jorge Kawaghi, dice:

Y con el fin de El Nivel, termina el ciclo de los primeros… La calle de Moneda fue sitio de la primera imprenta, de la Universidad Pontificia de México, donde una placa dice que ahí, donde expira la primera cantina del país, fue parte de su sede. Como también en esa calle, esquina con Primo de Verdad, estuvo la Universidad Nacional.

Nah... pa' mí que le quieren quitar ese molesto tufo a viejo, quiren "rejuvenecerla", hacerla otro foro de la pequeño-lumpenburguesía.


Seguirá habiendo "Nivel", pero ¿de qué niveeeeel?

4 comments:

Ulises Arvizu said...

wowo el dibujillo esta poca madre..

y por cierto sabe si aun se edita el libroo de betty??

he buscado cosas en internet y esta bastante interesante el metodo

Edgar Clement said...

http://en.calameo.com/books/000002955c62186e1a184

OTHON rr said...

Jajaja simon la botana en el nivel estaba chiida. Muchos lugares antiguos ya estan atascados de burgueses (o de fresitas pues, yo, no discrimino, jaja), eso tambien le da en la madre a los lugares, la hija de los apaches ya casi no vende pulque, pura chela pa los chavillos, gggoooeey.

Julio César said...

Casí lloro el dia que leì en el periodico la noticia que habian cerrado el Nivel, sin duda alguna se muere toda una epoca.